Alimentos que hay que evitar para la arritmia
También son excelentes los frutos secos como las nueces, las avellanas y los cacahuetes, ricos en vitamina E y en ácidos grasos omega-3 que combaten el aumento de la presión arterial y “limpian” las arterias de colesterol malo. En este caso, se recomiendan entre 10 y 15 gramos de frutos secos al día.
Para aliñar los platos, opta por el aceite de oliva virgen extra, que contiene ácido oleico, una grasa monoinsaturada que tiene efectos protectores sobre las enfermedades cardiovasculares. Por otro lado, hay que limitar las grasas animales como la mantequilla, la manteca de cerdo, los aceites vegetales como el de palma, las salsas y los condimentos con alto contenido en grasa.
Estudios recientes han demostrado que el consumo de vinagre de sidra de manzana solo o en platos parece tener un efecto positivo en la salud cardiovascular. Esto se debe a que contiene minerales como el fósforo, el azufre, el hierro, el magnesio y, sobre todo, el calcio, que son esenciales para fortalecer el corazón y el sistema inmunitario del organismo, y el potasio, que influye en el buen funcionamiento del corazón y los músculos.
Cómo mantener un corazón sano y unas arterias limpias
Las bayas, como los arándanos, las fresas, los arándanos rojos, las frambuesas y las moras, son especialmente beneficiosas para la salud: reducen los estados inflamatorios y son buenas para el corazón. Las bayas son ricas en fibra, vitaminas, minerales y compuestos vegetales. Entre ellos se encuentran los antioxidantes flavonoides, que se sabe que ayudan a mejorar la salud del corazón. Las investigaciones también han demostrado que el consumo de bayas reduce significativamente los factores de riesgo de la aterosclerosis, como el colesterol LDL (malo) elevado, la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre.
Los cítricos, como las naranjas, los pomelos, las mandarinas y los limones, son una fuente de vitaminas, minerales y antioxidantes, incluidos los flavonoides. Los flavonoides de los cítricos pueden reducir la inflamación y ayudar a evitar que los radicales libres oxiden el colesterol LDL (malo), con la consiguiente progresión de la aterosclerosis.
La remolacha es un concentrado de nitratos, que el organismo convierte en óxido nítrico, una molécula de señalización que desempeña muchas funciones esenciales en el organismo y que disminuye en presencia de estados inflamatorios de los vasos sanguíneos.
Alimentos buenos para el corazón
Aunque no existe una cura para la angina de pecho, hay muchos tratamientos eficaces para reducir la progresión de la aterosclerosis y disminuir el dolor y las molestias. Si ha experimentado dolor en el pecho o períodos de falta de aire, consulte a su médico para determinar un tratamiento adecuado a sus necesidades individuales.
Los ácidos grasos omega-3 EPA y DHA ayudan a reducir los niveles de triglicéridos, a aumentar los niveles de colesterol bueno (HDL) y a minimizar la coagulación de la sangre. Su acción antiinflamatoria reduce la acumulación de placas de grasa en las paredes de las arterias y disminuye el riesgo de obstrucción. El Ministerio de Sanidad recomienda comer dos raciones de pescado azul a la semana para consumir niveles suficientes de EPA y DHA. Los suplementos de omega-3 pueden ayudar a garantizar que la dieta cubra las necesidades diarias de omega, mientras que las semillas de calabaza, las semillas de lino y las nueces son alternativas sin pescado.
Alimentos que aumentan el ritmo cardíaco
También hay recubrimientos con fármacos que se liberan en la arteria de forma gradual y continua: se llaman stents liberadores y los fármacos evitan que las arterias se obstruyan por segunda vez.
Además del mayor riesgo de hemorragia, los anticoagulantes pueden provocar otros efectos secundarios, como reacciones alérgicas. Pregunte a su médico cómo puede reducir el riesgo de efectos secundarios.
Los stents liberadores, que se utilizan con frecuencia para mantener las arterias abiertas, pueden aumentar el riesgo de formación de trombos potencialmente peligrosos, pero no hay pruebas de que estos dispositivos aumenten el riesgo de infarto o muerte cuando se utilizan correctamente.
Los stents actuales están fabricados con materiales capaces de una durabilidad prácticamente infinita, especialmente en los pacientes que superan los primeros 6-12 meses tras su colocación sin complicaciones.