Enfermedad por comer carne humana
La mantis religiosa devora a su pareja durante el apareamiento, de nuevo para hacer frente a la mayor demanda de proteínas derivada de la puesta de huevos. Algunos otros insectos han desarrollado un sistema de defensa contra el canibalismo de la hembra consistente en llevarle pequeñas presas para que las devore durante el apareamiento, de modo que ella tenga tiempo de escapar.
Los términos caníbales y canibalismo derivan de la palabra canniba, citada por primera vez por Cristóbal Colón, con la que los amerindios de las Antillas Menores designaban a ciertas poblaciones dedicadas a la antropofagia[12]. El término aruachi identificaba a las poblaciones dedicadas a la antropofagia cultural como los caníbales o caribios, de donde deriva el término caribeño, que se convirtieron en los antropófagos por excelencia[13].
Bovannrith Tho Nguon[49] explica que los jemeres rojos volvieron a poner de moda una forma de canibalismo ritual que atribuía el poder de curar cualquier enfermedad a la vesícula biliar extraída de personas aún vivas y tomada seca y rallada. Vio a numerosos prisioneros destripados vivos, cuyas vesículas biliares se secaban después al sol. Rithy Panh[50] afirma haber visto cómo los Jemeres Rojos destripaban a dos niños para recoger y beber su bilis, antes de matarlos. La práctica también queda confirmada por el testimonio de Ung Bunhaeng, que no sólo la describió, sino que la representó gráficamente[51]. En la literatura se encuentran otras referencias al canibalismo, a veces vagas[52], aunque no todas son fiables porque, según estudios académicos[53], esas prácticas de magia negra fueron utilizadas por la propaganda del régimen de Lon Nol para presentar a los Jemeres Rojos como los “yeaks”, los ogros de los cuentos de hadas camboyanos.
Canibalismo
Todo lo contrario de quienes, por el contrario, deciden adoptar la estrategia del agua en la boca: una advertencia utilizada para conminar a alguien a guardar un secreto. Cuenta la leyenda que, detrás de este extraño dicho, había una mujer bastante cotilla que, para no volver a caer en la tentación de hablar mal de sus paisanos, acudió a su confesor en busca de un remedio para su irrefrenable vicio. El sacerdote, tras probar los clásicos expedientes, decidió recetarle unas gotas de agua bendita, que debía mantener en la boca sin tragar cada vez que se sintiera a punto de dar rienda suelta a su malalangue. De ahí la costumbre de recomendar el agua en la boca a quienes quieren de alguna manera… ¡callarse!
Otra metáfora acuñada para definir todas aquellas situaciones en las que hay que prestar atención a los movimientos que se hacen porque, en cualquier momento, algo puede salir mal y hacer una… ¡tortilla!
Dónde comer en las colinas de reggio emilia
Luz verde a las frutas y verduras de temporada como patatas, judías verdes, tomates, calabacines, pimientos y ensaladas verdes, plátanos, melocotones, albaricoques, bayas y frutos secos como nueces, almendras, cacahuetes, pasas sultanas.
Las personas hipertensas deben limitar o evitar los alimentos fritos y grasos, los alimentos ricos en sodio, como embutidos, fiambres, aperitivos o alimentos enlatados que utilicen sal o sodio, como sopas o verduras enlatadas. Aquí tienes más consejos: hipertensión qué comer.
Casos de canibalismo en Italia
Este restaurante, que forma parte de un extraordinario y ambicioso proyecto que está tomando forma en la encantadora aldea del castillo de Sarzano, en Casina di Reggio Emilia, me fascinó por varias razones que voy a enumerar aquí.
En el íntimo restaurante del Borgo BiancoMatilde podrá degustar desde primeros platos tradicionales, pasando por caza, productos lácteos de productores locales, hasta una cocina mediterránea a base de verduras pero sobre todo de pescado.
Negocio familiar, existe desde hace muchos años y siempre ha ofrecido a sus clientes cocina casera tradicional combinada con un ambiente rústico pero cálido, gracias también a la crepitante chimenea que crea armonía durante las frías tardes de invierno en la montaña.
Bajando hacia la colina, justo después de Carpineti, girando por un camino de montaña, via Onfiano, encontrará esta posada situada en un contexto rústico pero refinado y tranquilo.